En Egipto casi nadie sabía leer ni escribir. Los escribas son un grupo pequeño y limitado.
Escribir es una técnica especializada y de poder.
Son sacerdotes y personas próximas a los faraones y a la nobleza.
Los escribas se sentaban en el suelo con las piernas cruzadas. Sobre ellas colocaban una tabla y sobre ella, extendían el papiro.
El famoso Escriba Sentado de el Louvre, París.
La escritura en Egipto tiene múltiples soportes:
-Piedra -> Jeroglífico
Pinturas murales, sarcófagos...
-Papiro -> Hierática o Demótica.
Viene en rollos, se escribe de izquierda a derecha.
El faraón tiene 5 nombres, pero los más importantes son el nombre de trono y el nombre de nacimiento.
El faraón, en el día de la coronación, recibía cinco nombres, los cuales le daban su título formal. En la actualidad, se suele utilizar el quinto para nombrarlos, sin embrago, según parece, ellos utilizaban el cuarto.
Los 5 nombres son:
1- Nombre de Horus
2- Nombre de Nebti
3- Nombre de Horus Dorado
4- Nombre de Trono
5- Nombre de Nacimiento
La forma ovalada se llama cartucho,
sirve para destacar un nombre de un rey o de una divinidad.
La escritura egipcia se basa en un sistema pictográfico. Tuvo varias etapas, el jeroglífico es solo una etapa.
Tiene un alto componente estético, se quedaron en la fase del jeroglífico de manera deliverada, porque les parecería bonito.
En Egipto hubo 3 escrituras distintas:
-Escritura jeroglífica
-Escritura hierática
-Escritura demótica
Jeroglífico proviene del griego y significa escritura sagrada tallada.
La fachada de un palacio (jeroglífico), significa rey, faraón. Faraón = Palacio
El símbolo que representa al palacio es un palacio mesopotámico.
El arte civil de Egipto y su escritura beben de Mesopotamia.
La escritura egipcia comienza siendo pictográfica. De ahí pasa a la fase jeroglífica.
Con este paso se reduce el número de símbolos.
Esto no se resume tan facilmente ya que algunos símbolos son pictogramas propiamente dichos, pero otros son jeroglíficos que funcionan fonéticamente. Por esto resulta tan complicado de leer.
Esta escritura puede escribirse en cualquier sentido y orden.
Hay que empezar a leer el texto por el lado hacia el que miran los seres vivos representados.
Hay que empezar a leer el texto por el lado hacia el que miran los seres vivos representados.
En este caso todos los seres vivos miran hacía la izquiera,
por lo que se empezará la lectura desde ese lado.
*La escritura hierática:
Se aplica sobre papiros, para textos religiosos, para el libro de los muertos...
Es una escritura simplificada, de más rápida realización.
Ambos métodos fueron contemporáneos y existieron a la vez.
Papiro de Ani, del Libro de los Muertos.
*La escritura demótica.
Es una escritura rápida que se va deformando. Se destina a ámbitos administrativos.
Pierde las referencias, se convierte casi en escritura abstracta ya que se deformas las figuras, posiblemente por la rapidez de ejecución.
LA PIEDRA ROSETTA
Se trata de una placa fragmentada, una lápida con un texto escrito.
Se pensaba que tenía 3 textos distintos, uno en jeroglífico, otro en demótico y otro escrito en griego clásico.
Corresponde a un momento en el que Egipto estaba gobernado por faraones de origen griego. Eran los sucesores de Alejandro Magno.
El texto de la piedra habla de una concesión, que se decretó en Menfis en el año 196 antes de Cristo, de privilegios al rey Ptolomeo V.
Esta estela fue la clave para descifrar los jeroglíficos egipcios.
Champolleón (1790-1832) fue quién lo hizo. Se dio cuenta de que lo grabado en la piedra es el mismo texto, pero esscrito en 3 idiomas distintos.
El texto intermedio tenía semejanza con la escritura copta (demótica egipcia)
Comparando los textos vió que se trataban del mismo, pero escrito en idiomas distintos.
Publicó un libo con el resultado de su investigación, después de morir, en el año 1841-1843 titulado: Diccionario egipcio de jeroglíficos.
Cuando las tropas británicas derrotaron a los franceses en Egipto en 1801, la piedra original cayó en posesión británica bajo la Capitulación de Alejandría.
Se exhibe en Londres, en el Museo Británico desde 1802.
Es una de las piezas más visitadas del museo.